domingo, 5 de abril de 2020

Reflexiones

Veo un espacio. Grande... grandísimo por el que me muevo. Hay colores. Algunos son transparentes, tambien los hay eléctricos, de muchas formas y tamaños. Son resbaladizos porque patino como si bajara por un tobogán aceitado. Sospecho que todo esto se encuentra dentro mío, pero sin embargo me observo como si fuese algo distinto a mi, algo asi como un gran televisor. ¿Cuál es el método para comprobar la diferencia entre la realidad y la ficción? ¿Donde, en que parte del cerebro hay que apretar?
Que alguien se atreva, digo... no me preocupa mucho en realidad. Pero si quisiera algo de calor humano. Yo te puedo dar alegrias tambien, aunque vos a eso ya lo sabes. Me doy cuenta porque veo que tenes esa cosita... eso tipo... como un receptor humanoide de ultra avanzada, ahi.. ¡ahi viste! Y vos estás a otra frecuencia como yo. Aunque el vecino diga que es otra cosa. No sé que dice pero debe ser alguna excusa medio burocratizada como su vida. Bueno... el fruto depende del árbol, no digo nada raro. Sigo resbalando por los colores me parece.